martes, 17 de junio de 2025

El fin del mundo de 2027

“Los UAP podrían perturbar los mercados y provocar comportamientos financieros irracionales. Si los inversores reaccionan a informes sensacionalistas o temores infundados, podrían crear burbujas o desplomes en ciertos sectores, y es nuestra responsabilidad anticipar qué sectores se desplomarían, cuáles se dispararían e invertir en ellos. Los UAP representan una oportunidad de oro para aumentar nuestras ganancias si gestionamos la situación con prudencia. Por lo tanto, respondiendo a su pregunta, habrá una divulgación gradual, poco a poco, según nuestro éxito en la identificación de nuevos mercados, y sí, la divulgación no depende de los gobiernos, depende de nosotros: el mercado”.


Si bien no es infrecuente que el mercado se pronuncie con semejante desfachatez cuando se trata de inversiones que nada tienen que ver con ovnis,  la citada declaración no es, hasta donde sabemos, un pronunciamiento oficial. Sin embargo, podría ser perfectamente algo que se dijo en la conferencia de acceso restringido que David Grusch  pronunció ante un reducido grupo de inversores a principios de 2024, poco después de sus explosivas declaraciones ante el congreso sobre programas encubiertos de tecnología inversa de naves de origen no humano.

En realidad,  la declaración proviene de un sitio que durante más de una década ha hecho las delicias de las mentes más conspiranoicas y los aficionados a la criptografía.


Se trata de una publicación de Forgotten Languages,  que combina párrafos en inglés con lenguas  “olvidadas”, al parecer artificiales, que muchos han intentado descifrar con dudoso éxito. Para los fines de este artículo ignoraremos el contenido codificado ya que lo que se puede leer en inglés es lo suficientemente escandaloso como para tomarlo en cuenta.


“Sabemos que en el año 2027 habrá una colisión con un asteroide; conocemos sus dimensiones y su órbita, y hemos calculado con absoluta certeza los efectos devastadores que dicha colisión tendrá en la civilización terrestre. No será letal, pero solo será la primera de tres colisiones, la última de las cuales provocará una extinción masiva. Según las simulaciones, todo ser vivo muere. Entonces, ¿por qué contactarlos?”


Como en el resto de las entradas, no se cita la fuente de la información, aunque se lee en el contexto de una hipótesis muy interesante: una civilización extraterrestre avanzada no entablaría contacto con otra destinada a extinguirse en menos de mil años. En este caso, Sol 3, es decir el tercer planeta del sistema solar, la Tierra. Sin mayores precisiones, podemos descartar la profecía como pura especulación, pero aún así observamos un pequeño detalle significativo: la fecha de la publicación, junio de 2022.


En 2022 Lue Elizondo, el ex agente de inteligencia que renunció a su cargo a causa, supuestamente, del secretismo impuesto por el gobierno a la investigación de los ovnis, lanzó una frase enigmática que pronto se volvería memorable en los círculos ufológicos. “Consiganse un pasatiempo” dicen que dijo “para los próximos cinco años, porque entonces todo quedará claro”. 


 Esto fue interpretado lógicamente, por todo aquel que sepa sumar 2 + 5,  como el velado anuncio de un acontecimiento de primer orden para 2027. Para algunos, un reconocimiento oficial de la presencia de inteligencia no humana en el planeta. Para los más optimistas, un contacto abierto. Para los escépticos, una nueva fecha para demorar la promocionada “desclasificación” un poco más. El que dice que Elizondo dijo lo que dijo fue otro agente de inteligencia, John Ramírez,  que al parecer no está impedido de hablar. Incluso Ramírez fue más lejos: afirmó que en 2027 se presentarían abiertamente a los humanos.


Aquí tenemos una contradicción: o bien los alienígenas se presentan o bien un asteroide colisiona con la tierra en 2027. A menos que los visitantes lleguen horas después, cuando el planeta ya esté limpio de homo sapiens. Lo cual sería muy pragmático por parte de ellos. 


¿Qué tienen en común ambas posibilidades? Que cualquiera de ellas sería un gran espectáculo. Y es evidente que alguien lo ha planificado. En julio de 2027 se conmemorará, como cada año, un nuevo aniversario del supuesto estrellamiento de Roswell. Pero no será como otro cualquiera. Se cumplirán 80 años. Será una buena ocasión para que muestren lo que tienen -sea real o inventado - o para que los parientes de los alienígenas caídos se presenten para arreglar las cuentas. Lo cual podría no ser un buen augurio para los terricolas.


Y si alguien piensa que estoy siendo cínico, veamos otro pasaje de Forgotten Languajes, donde esta vez quien habla parece ser un astrofísico encargado de envenenar los planetas del sistema solar para que otros no vengan a ocuparlos:


“Chocar nuestras naves espaciales contra la superficie de Júpiter o Saturno una vez finalizada su misión no es solo por diversión. De hecho, es la parte más importante de la misión. Primero, no queremos dejar rastro alguno de nuestra civilización tecnológica para que otros la encuentren; segundo, las cianofitas sobreviven al impacto, ¿entiendes?

 

“Hubo un evento fotométrico indicativo de actividad extraterrestre en esa luna. No fue una búsqueda específica, sino la suerte de observar esa luna en el momento oportuno. Verán, todo nuestro sistema solar es nuestra propia zona de negación; no queremos a nadie cerca, y no creemos en esas tonterías llamadas «club cósmico» o «amistad estelar». No estamos aquí para hacer amigos; estamos aquí para sobrevivir”.


Pero, ¿por qué las ficciones de Forgotten Languajes tendrían alguna relevancia aquí? Simplemente porque algunos de los informantes de la “desclasificación” ovni o UAP las han citado en sus redes sociales.


Hay en ese maravilloso sitio otras gemas pero no hay lugar para más aquí. Lo destacable de los ejemplos citados es que, aunque espantosos y probablemente ficticios, son enfoques perfectamente realistas. El esperado contacto podría no ser deseable, pero las masas no tomarán esa decisión. Han entregado su destino a unos psicópatas que durante ochenta años les dijeron que todo era mentira y en 2017, con grandes titulares en el New York Times, les dijeron que todo era verdad.


Si para 2027 no pasa nada digno de ser recordado, no faltará quien señale, no sin razón, que “sólo faltan veinte años” para completar un largo siglo de espera.


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 "La última carta será una amenaza extraterrestre." Así, casi como quien dicta una profecía, Wernher von Braun habría advertido a ...